lunes, 5 de noviembre de 2012

FLORA Y FAUNA EN PELIGRO




29/10/12 - 00:00 Nacionales

Tala y avance agrícola dañan flora y fauna del país

Autoridades y ecologistas de varias regiones del país están preocupados porque la tala sin control y el avance agrícola ponen en riesgo la flora y la fauna.

Trozos de árboles se observan en una montaña de Santa Cruz del Quiché, como muestra de la deforestación. Óscar Figueroa




29/10/12 - 00:00 Nacionales

Tala y avance agrícola dañan flora y fauna del país

Autoridades y ecologistas de varias regiones del país están preocupados porque la tala sin control y el avance agrícola ponen en riesgo la flora y la fauna.

POR E. SáENZ, O. FIGUEROA Y M. CASTILLO
Según Julio Aguilar, del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), cada año la masa boscosa de Huehuetenango es reducida en forma considerable, y por consiguiente cada vez es menor el hábitat para especies que buscan de manera desesperada mantenerse en las pocas áreas sin intervención del hombre.
Aguilar afirmó que en este departamento los animales cuyo hábitat está amenazado son el tigrillo, tigre, puma, león americano, venado cola blanca, venado cabrito y el quetzal, entre otras especies.
El funcionario refirió que no solo los animales están en peligro de extinción, sino también el pinabete, cuyos bosques naturales se ubican en la Sierra de los Cuchumatanes; el árbol símbolo de este departamento, el ahuehuetl o sabino, y el Avis guatemalenses o parchot.
Herman Ochoa, delegado del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, considera que el problema principal es el incremento demográfico, por lo que se coordinan acciones conjuntas con otras instituciones de Huehuetenango para aumentar las áreas protegidas, con la finalidad de resguardar al ambiente en general.
Alcaldes de varios municipios de Sololá están preocupados porque ven cómo los pobladores cortan los árboles para su consumo —leña o carbón— o para construir —tablas y reglas—.
El jefe edil de San Juan La Laguna, Rodolfo Pérez, expresó que los bosques más afectados se ubican en Caliaj, San Andrés Semetabaj; Santo Tomás Perdido, San Lucas Tolimán; San Juan La Laguna, parte de la cuenca del Lago de Atitlán y los bosque que están en las montañas María Tecún, entre Sololá y Totonicapán.
El funcionario Pérez explicó: “Una tala de valiosas especies se viene realizando en la montaña Chochajaw, en la aldea Pasajquín, San Juan La Laguna”.




Es obvio que esa región –entre subtropical y tropical húmeda- en el departamento de Cochabamba, con vasta riqueza de fauna y flora, y una de las zonas más lluviosas del país, no tiene origen real ni estirpe monárquica.
Sin embargo, allí reinan el cultivo de la hoja de coca, materia prima de la cocaína y los campesinos cocaleros. Ellos cultivan el arbusto de coca y están afiliados a las 6 Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba. Son sus reyezuelos y el primer eslabón de la ilegal cadena productiva de la droga.
Una de las tantas incongruencias del espinoso binomio coca-cocaína, radica en que hace 17 años quien preside esa poderosa Federación es nada más y nada menos que el también presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, desde hace 7 años. Él mismo posee al menos un cato de coca -1600 m2- y tiene en sus afiliados cocaleros su mayor base de sustentación política, bautizados como ‘movimiento social’ en apoyo al ‘proceso de cambio’.
Al mando del hoy doble presidente Morales, aquella Federación se ha convertido en violento grupo de choque y ejerce presiones por sus intereses corporativistas, al servicio del autócrata y de ellos mismos. Sus características pequeñoburguesas los impelen a poseer más de un ‘cato’ de coca por familia, e ignoran olímpicamente la ley, que no lo permite.
Mucha tela para cortar en este tema que tiene connotaciones económicas, socioculturales, étnico-indígenas, políticas, geopolíticas. La demanda de cocaleros y colonizadores –en los hechos invasores de parques naturales para ampliar la frontera agrícola de la hoja de coca- ha hecho del reino del Chapare una zona privilegiada en inversiones estatales.
Ahí estará una planta de urea y amoníaco, ubicada a cientos de kilómetros de la frontera con Brasil, su mercado seguro, afirma el gobierno, pero nada funcional dada la distancia, cuando pudo instalarla en un lugar de más fácil acceso. Tendrá un aeropuerto internacional en la zona de Chimoré, donde también se cultivan frutas tropicales –otrora centro de la ya desechada política de desarrollo alternativo frente a la coca- y próxima a las zonas de su cultivo. Si ya hay un aeropuerto internacional muy cerca, en la ciudad de Cochabamba, y otro también cercano, en Santa Cruz de la Sierra, ¿para qué otro?
- See more at: http://eju.tv/2012/10/el-reino-del-chapare-2/#sthash.2V2G75aV.dpuf

















No hay comentarios:

Publicar un comentario